El gobierno de Claudia Sheinbaum ha anunciado la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, una de sus promesas de campaña. Esta medida, que será implementada de forma gradual, pretende cambiar la vida laboral de millones de trabajadores en México. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) estará a cargo de la reforma, que busca avanzar de manera consensuada entre empleados y empleadores para evitar un impacto negativo en la productividad.

Sheinbaum ha insistido en que este cambio se llevará a cabo a lo largo de su mandato, con el objetivo de proteger el empleo formal y mantener la estabilidad económica. La presidenta ha reconocido que, aunque algunas empresas ya operan con semanas laborales de 40 horas, será necesario coordinar esfuerzos con todos los sectores productivos para asegurar una transición sin complicaciones.
El sector empresarial, sin embargo, ha expresado preocupación. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha sido clara en su posición a favor de una implementación gradual, sugiriendo que la reducción de horas se realice a lo largo de ocho años, tal como se ha hecho en Chile. La preocupación principal es evitar una caída en la productividad y un aumento en los costos laborales, algo que podría golpear duramente a sectores clave de la economía mexicana.
El Partido del Trabajo (PT) ha presentado una propuesta distinta. Su iniciativa, encabezada por Reginaldo Sandoval, no contempla gradualidad, argumentando que las largas jornadas no son un indicador de mayor productividad. Según Sandoval, reducir las horas de trabajo de manera abrupta mejoraría la calidad de vida de los trabajadores, fomentando el consumo interno y el bienestar social. Esta postura ha sido criticada por los empresarios, que consideran la propuesta poco realista.
Mientras tanto, otras reformas laborales también están en proceso. El gobierno de Sheinbaum planea regular las condiciones de trabajo en plataformas digitales, como repartidores y conductores, para que tengan acceso a la seguridad social. Esta reforma será presentada en octubre ante el Congreso y forma parte de los esfuerzos por modernizar las leyes laborales en un entorno económico cada vez más digitalizado.
Aunque la reforma laboral podría beneficiar a muchos, los efectos que tendrá sobre el mercado formal y la informalidad laboral son inciertos. Algunas empresas ya están considerando aumentar su personal entre un 13% y 15% para cumplir con la normativa, mientras que otras planean recurrir a horas extras para no ver afectada su productividad.